Nuestro futuro en la mesa de negociaciones

El primer episodio de Puerto Rico y la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en la mesa de negociaciones con los buitres demostró que todas las partes tienen la capacidad de ganar, lo que representa posibles acuerdos de cara a futuro. El primer episodio nos muestra como los buitres ganaron un 35% de equidad, ellos compraron a 50¢ del dólar y negociaron 85¢ del pago del cupón. La AEE no se quedó rezagada, pues consiguió un recorte del 15% del principal, lo que representa un ahorro de $670 millones de dólares. Otro de los avances para la AEE fue el ahorro de $700 millones en cinco años, al no tener que pagar el principal de los vencimientos de deuda futura por los próximos 5 años. Un dato que es importante señalar es que los ahorros no se quedan solo en esas partidas, cuando evaluamos el costo de la quiebra de Detroit  nos percatamos que la quiebra de $8 Billones de dólares, le costó a Detroit unos $177millones, versus los $60 millones que le costó a la AEE por los $8.3 billones en deuda.

¿Cuáles fueron las consecuencias de esos acontecimientos en el mercado?  Los bonos que traficaban a 54¢ del dólar, comenzaron a traficar a 67¢ de dólar. Las compañías aseguradoras de los bonos MBIA Inc. cotizaba un 3% al alza y Assured Guaranty Ltd  cotizaba un 13% al alza.  Puerto Rico crea un gran precedente en el mercado municipal de bonos, demostrando que la ley de quiebras no es necesaria, siempre y cuando exista una buena negociación y buenos negociadores con un buen plan que balancee la ecuación.

¿Qué nos depara el futuro? Muchos cambios operacionales en las diferentes corporaciones públicas del Estado Libre Asociado (ELA). Puerto Rico comienza a verse como lo que es, un país pobre que tiene problemas con su flujo de efectivo, y ese problema de flujo de efectivo se debe a que el Departamento de Hacienda no recauda lo suficiente como para poder cumplir con su presupuesto.  El ELA también tiene problemas de liquidez, y esto se debe a que las corporaciones tienen un capital limitado. Lo que quiere decir que no tienen suficientes  activos para vender y manejar su crisis. Dado a esta situación, el ELA no podrá mantener los planes de pensiones que actualmente posee, ni los beneficios de enfermedad y vacaciones de sus empleados según contratados hace muchas décadas.

Por ejemplo, si comparamos los días de vacaciones y de enfermedad que provee el ELA a sus empleados, nos percatamos que son demasiado lenientes y que no hay forma de costear esos beneficios porque no se ajustan a nuestra realidad de país. Lo mismo sucede con las pensiones acordadas por las diferentes corporaciones del ELA. Pero, por qué mencionar nuestra realidad, porque para poder trazar un plan de país, primero nos toca a todos entender dónde estamos, para luego poder establecer que haremos y en hacía dónde queremos llegar.

Puerto Rico es momento de educarnos para poder exigir según nuestra realidad de país, y no dejarnos vender sueños de cara a una elección donde se nos va la vida y la oportunidad de enviar un mensaje claro a nuestros políticos. Ahora es el momento de estudiar, escuchar y evaluar fríamente lo que nuestros políticos nos presentan, confiamos que hemos de lograrlo.