La verdad detrás de la nueva ley de los préstamos estudiantiles
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Septiembre 11, 2014El panorama de la AEE no es muy alentador para nosotros los boricuas. Los remedios para un enfermo en estado de coma y que vive en intensivo son siempre extremos. Sabemos que cuando hay un familiar en intensivo, la familia tiene que hacer sacrificios.
En arroz y habichuelas todos tendremos que hacer sacrificios, lo que quiere decir que los subsidios tienen que reevaluarse o eliminarse. Que la factura de luz tendrá que aumentar y más cuando tus pagos en intereses aumentan a causa de tu deterioro crediticio. Sin olvidar que hay que hacer una inversión en la gasificación para cumplir con la EPA. Estos requisitos hay que cumplirlos y no contamos con el dinero, ni con el crédito.
La deuda vs capital de la AEE es de 1.60, lo que nos dice que su capital es negativo y que el vender activos seguiría descapitalizando mucho más la autoridad. El vender activos de la AEE sería un paso para buscar liquidez a corto plazo para poder reducir las deudas de las líneas de crédito y con los TRANS. Otra alternativa que trae la venta de activos a mediano plazo sería la privatización, para así entregar una operación limpia y rentable, donde el pueblo tenga que asumir las pérdidas.
Un cuadro que podría resolver la situación de la AEE sería una APP o una alianza de parte del pueblo de PR, para que el pueblo sea el productor de luz con placas solares en sus techos. De lo contrario estaremos entregando la AEE a la empresa privada.
Actualmente la AEE no tiene capacidad de repago a largo plazo y su current ratio es de .98, lo que quiere decir que tiene una capacidad limitada de pago a corto plazo. Esta información nos confirma que hace más de un año se tenía que haber reestructurado la AEE.
Lamentablemente no hemos demostrado tener los pantalones para tomar las decisiones que hay que tomar y ahora estamos en manos de extranjeros. Lo que demuestra que no nos respetamos como pueblo. Ahora solo queda ver como los extranjeros toman decisiones sin titubeo y nosotros quedamos frente al mundo como ineptos.