¿Cuál es el futuro que deseamos para PR?

Abrahán Lincoln para lograr finalizar con la guerra Civil de Estados Unidos manejó tres puntos esenciales para cambiar su liderato.
1. Trabajó con su presente, aclarando su propósito para conocer los valores que representaban a su pueblo.
2. Tuvo que olvidar errores del pasado, valores y actos que no le servían bien.
3. Tuvo que abandonar creencias que no le funcionaban como líder.
Para poder trabajar nuestro presente tenemos que conocer las necesidades del pueblo y tenemos que reconocer cuál es el futuro que desean nuestros compatriotas. Para lograr este cometido hay que acercarse a la gente y no a la minoría, (amiguismo). Nuestros líderes tienen que reconocer que somos un pueblo de valores, y que sin valores no podremos salir del atolladero en que nos encontramos.
En las pasadas semanas hemos visto como la ley en Puerto Rico no se hace valer. La AEE fue investigada por nuestra legislatura y pudimos ser testigos de que el abogado del testigo más importante de la investigación se levantó del estrado con su cliente y se marcharon.
Somos víctimas de un gobierno que ha colapsado moralmente, espiritualmente y económicamente. No tenemos las bases para poder reestablecer nuestro propio destino. Este fin de semana ejerceremos nuevamente la democracia, en un proceso electoral de primarias, ejercicio que ha demostrado en el pasado no funcionar. Pero no funciona porque carecemos de líderes que vivan los valores tradicionales.
Nos acercamos a una nueva oportunidad, un momento de elegir no por colores, sino por valores. Comencemos a elegir a nuestros líderes por méritos basados en el ejemplo y no en meras palabrerías.
Que Dios nos ayude a ser sabios en nuestra elección, la oportunidad la tenemos frente a nosotros este próximo 5 de junio.