Consecuencias del IVA a las PYMES y al pueblo
Noviembre 5, 2014La inequidad: enfermedad que nos arropa
Noviembre 13, 2014El sistema económico del país está en crisis y los políticos siguen en la cacería de votos mientras el pueblo sigue a la deriva. Llevamos más de una decada perdida y las estrategias siguen siendo las mismas del pasado. “El que venga atrás que arree”. Las candidaturas no se han abierto, pero Ricky Rosselló comenzó su campaña bien temprano.
Nadie sabe cuál es el plan de Ricky, pero vamos pa’lante que lo que hace falta es un cambio. La pregunta es ¿cambio de partido, de gobernante o de sistema económico?
Sabemos que necesitamos un sistema dirigido a la productividad, donde nuestros compatriotas se sientan orgullosos del trabajo y se premie la productividad no el consumo. ¿tendrán los gobernantes los pantalones o las faldas para exigirle al gobierno federal que cambie las reglas de juego?
Hace falta un sistema gobierno que premie la productividad, no un sistema donde se regala el dinero a cambio de nada. Un método en donde se intercambie un beneficio monetario o ayuda gubernamental, por trabajo. El pueblo de Puerto Rico tiene muchas necesidades y el talento sobra. Puerto Rico es un pueblo que le gusta ayudar a sus semejantes, es tiempo de crear una metodología orientada a incentivar el trabajo. Lo que nos ayudará a suplir las necesidades y así podremos cambiar nuestro futuro y nuestra situación económica.
El cambio que necesita puerto Rico tiene que estar atado a un nuevo sistema de educación, un sistema educativo donde los educadores tienen que desarrollar empresarios que puedan trabajar en equipo. Necesitamos una educación basada en los valores, para erradicar la corrupción y desarrollar una sociedad de orden.
Hace falta que las escuelas estén apoderadas por los maestros, padres y estudiantes. Hace falta el compromiso de toda la comunidad escolar, por qué al final la responsabilidad recae en todos nosotros. La reestructuración del gobierno tiene que ser completa y el compromiso de todos los puertorriqueños. La reforma contributiva de igual forma tiene que estar atada al plan de desarrollo económico, para que el motor económico y financiero tengan combustible.
El legado a dejar debe ser nuestra inspiración, los votos llenan los bolsillos pero al cabo de los años la conciencia nos mata. Las preguntas que quedan sobre la mesa son ¿Nos queda conciencia? o ¿el dinero la compró?