La familia, la educación y la industria local como motor de la economía

                  La economía de PR necesita combustible para poder comenzar su proceso de crecimiento. Crecimiento que  está totalmente atado a la calidad de vida, a la salud física y a la seguridad de nuestro país. Partidas que cada día son más costosas por el deterioro social de nuestro país. El crecimiento económico de cualquier estado tiene que estar totalmente atado a la educación del país y al buen funcionamiento de la sociedad, donde la familia y el empresarismo local sean la columna vertebral de nuestra economía.

                  La mayor problemática que nuestra isla es el deterioro de los valores, la dependencia, la mediocridad, la falta de disciplina y la corrupción gubernamental. Toda esta problemática está atada a los problemas familiares que nos invadieron y que han desatado la guerra más poderosa que puede tener cualquier sociedad.  Guerra que en PR no hemos tenido la valentía de enfrentar, porque no hemos establecido las estrategias correctas.

                Sabemos y estamos totalmente convencidos que las estrategias no se desarrollan, porque los valores que tenemos son valores que se establecen desde los fundamentos y los beneficios políticos partidistas. Hemos perdido de perspectiva que el   individuo, la familia y las empresas nativas son el pilar y la base  de nuestro desarrollo.

               Puerto Rico es una cantera de de profesionales y tenemos universidades públicas que producen excelentes profesionales. Profesionales que compiten de tu a tu con profesionales del mundo entero. De la misma forma tenemos escuelas especializadas en el sistema público, que desarrollan a nuestros niños y jóvenes para competir a nivel global. Pero no solo los desarrollan para competir a nivel global, estos jóvenes son capaces de ganar los primeros premios en estas competencias y de ser profesionales de primera. Estos datos nos indican que hay una parte pequeña del sistema funcional, pero nos queda mucho por mejorar. Lo importante es  reconocer que dentro de nuestro sistema hay  profesores, escuelas y universidades funcionales,  que deben ser la base del sistema. Pero a su vez, hay que  seguir  transformando el sistema de acuerdo con las necesidades de nuestro país y de la globalización. Donde la calidad de la enseñanza llegue a todos por igual.

          Cuando observamos las necesidades de nuestro país nos damos cuenta que producimos una cantidad grandísima de profesionales, pero no podemos capitalizar e introducirlos en el sistema productivo. Lo mismo ocurre con el café y otras industrias o materias, producimos el mejor café del mundo pero no capitalizamos. Qué podemos concluir con esta situación?  Que necesitamos un ecosistema de negocios donde podamos comenzar a ejecutar, ser rentables y aumentar nuestra productividad eliminando así la dependencia.

          La estrategia para lograrlo es creando sinergia entre  la empresa privada nativa, el departamento de la familia y el departamento de educación, para maximizar las capacidades del individuo. Insertando a la empresa privada podemos coordinar la contratación y desarrollo de nuestros estudiantes, para de esta forma adentrarlos en el sistema  económico y desarrollar un sistema balanceado acorde con las necesidades de empleo y de  producción que necesita nuestro país.  Producción que es sencilla  de aumentar, con solo comenzar a exigirle al gobierno la compra de productos y servicios mediante las empresas locales. Si el gobierno   comprará a las  empresas locales el   51% del total de sus necesidades, con solo esa medida, le daríamos a nuestra economía el conbustible necesario para despuntar y dejaría el dinero en nuestra economía. Esta receta pararía la sangría de capital al extranjero y nos brindaría la capacidad de repuntar económicamente.

          El departamento de la familia tiene que servir de enlace entre los padres, los niños y la academia, para crear familias funcionales y evaluar las necesidades del núcleo familiar. De esta forma podríamos trabajar en la educación de los padres y brindarles las herramientas que necesitan para desarrollar a sus hijos dentro de los requisitos de un sistema educativo de alto nivel. Necesitamos  garantizar un sistema que trabaje de forma individualizada con los niños de los grados primarios. Para evitar el rezago en los  grado primarios y desarrollar  una base solida. Lo que nos podrá garantizar insertar a todos los individuos dentro del sistema de forma igualitaria, porque  de esta forma maximizamos sus destrezas.

         Sabemos que hay mucho trabajo por hacer, pero no podemos seguir viviendo de la crítica y del análisis. Tenemos que comenzar a respetar a nuestros semejantes,  aportar con nuestros talentos, promover al empresario local, utilizar las áreas funcionales del sistema como las escuelas especializadas, de guía para nuestro sistema de educación. Para luego comenzar a evolucionar de forma coordinada y mejorar el sistema  acorde con la educación del siglo XXI.

         Tenemos que terminar la guerra social que nos consume y nos destruye, tenemos que terminar con la intolerancia y con el sensacionalismo que tanto daño nos está haciendo. Recordemos que la salud del individuo depende del medioambiente que lo rodea y si todo lo que nos rodea es negativismo, tendremos una sociedad enferma y devastada. Recapacitemos, es hora de que  comencemos a ejecutar los cambios. El tiempo pasa y cada día que dejemos pasar, nos requerirá  mayor esfuerzo para salir de la situación.