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En la mayoría de los contextos sociales, hablar sobre unicornios es invitar al pensamiento fantasioso y requiere que se suspenda el uso de razón. En el mercado de valores y análisis económico sucede algo similar, pero con el peso de billones de dólares fluyendo en el mercado el hablar de unicornios pasa a ser tema de interés: ¿es posible que haya un unicornio boricua? y de alarma al leer advertencias de una inminente implosión de la burbuja de unicornios o del pronóstico de la nati-muerte de la economía colaborativa. Propongo mediar entre las aspiraciones y la desilusión económica, proveyendo un poco de contexto cultural y lingüístico para poder retomar la pregunta sobre “unicornios boricuas” y las oportunidades que la economía colaborativa presentan.

Unicornios tecnológicos

Hace unos años en el sector de inversiones se comenzó a identificar a los “unicornios” de tecnología, empresas recién formadas (“start-ups,” en inglés) que en poco tiempo lograron valoraciones sobre los mil millones de dólares. El origen de este particular uso se adscribe a menudo a Aileen Lee, una inversionista, al escribir un artículo sobre el fenómeno en TechCrunch, pero su aplicabilidad se puede usar retrospectivamente.
En su momento, a principios del nuevo siglo vimos historias como las de Amazon, Ebay, Google, y Facebook, quienes retrospectivamente llamamos unicornios y super-unicornios, cuando alcanzan valoraciones de cien mil millones dólares. Forbes, Fortune, y el Wall Street Journal todos prepararon listas, descripciones y análisis de estos unicornios tecnológicos, entre las que figuran nombres conocidos como Snapchat con una valoración en el mercado de $16,000,000,000, Airbnb valuada en $25,500,000,000, y reinando entre ellos, Uber con una valoración de $51,000,000,000, todas sin la obligación de mostrar ganancias o ingresos que se acerquen a su exquisita valuación.

La inverosímil avanzada de estas empresas tecnológicas las convierte en casos a estudiar para poder aprender y emular. ¿Cuántos de nosotros no quisiéramos ser billonarios?

La primera generación de unicornios fueron en gran parte ejemplos de la nueva estructura de relaciones en línea entre cibernautas y las fuentes de información o servicios. La fórmula de una tienda y un portal fue socavada por un nuevo andamiaje centrado en comunidades y plataformas electrónicas que se nutrían de conectar a cibernautas. A este nueva experiencia de comunidad que se une para satisfacer un intercambio le llamamos desarrollo o colaboración de base abierta y distribuida, “crowdsourcing” en inglés. Sears.com, tu librería online o tu tienda de ropa particular sólo venden lo que tienen en inventario. Por el contrario, Amazon y Ebay aglutinan vendedores y así aumentan su posibilidad de tener lo que buscas. Facebook, Twitter, y en la prehistoria cibernética, Myspace, ofrecen contenido nutrido por la base de cibernautas en su comunidad. Las vivencias de la base eran la fuente de entretenimiento y noticia, y las conexiones eran el eje central para crecer el valor de la empresa.

La segunda generación de unicornios se nutre de los cimientos de colaboración ejemplificado en la generación anterior. La capacidad disruptiva de redefinir espacios en el mercado de plataformas de colaboración pusieron de boga un nuevo paradigma de negocios online. Los nuevos empresarios de tecnología ansiando ser el próximo unicornio buscan atender nuevas sectores por medio de la colaboración. Se habla de democratización de acceso. Se cuestiona el valor de ser propietario de bienes que no se usan todo el tiempo. Hasta el sofa-cama se reinventa, cuando pone de boga alquilar el sofá por una noche a un viajero. Todos buscaban ser el próximo eslabón del “Sharing Economy”.

Pero al igual que en la década anterior, de cada 15 inversiones millonarias de Silicon Valley, una sale exitosa por encima del promedio y tiene la oportunidad de entrar en el club de unicornios. En este nueva generación nacen conceptos para plataformas en línea en la que se pueden compartir tareas: Uber y Lyft en transportación, servicios: Airbnb en hospedaje, GoFundMe, Lending Club, Funding Circle en financiamiento, o compartir el uso de bienes como un taladro o una sierra: Crowd Rent, Share Some Sugar, and NeighborGoods (2009); Thingloop, OhSoWe, y SnapGoods (2010). La revista VentureBeat estimó que se han invertido 17 mil millones de dólares en empresas del “Sharing Economy” anticipando que el mercado sobre pase los cientos de mil millones de dólares en ingresos en la próxima década.

Sin embargo, en camino a 2025, la desaceleración de algunos mercados globlas y noticias recientes trastocan las expectativas y los inversionistas comienzan a quisquillear. Al no coger vuelo el alquiler del taladro y no dar con más unicornios, los diagnostican con el fracaso de la economía colaborativa. Uber comienza a ser criticada por las uniones por argumentar exitosamente que Uber es un servicio de transportación que no tiene empleados dando transportación, por lo tanto no aplican las leyes laborales al que hoy se gana un chivito llevando o trayendo a alguien. Crecen las críticas y la desilusión a la economía colaborativa le cambian el nombre y le llaman: la economía del chivero, (“the gig economy” en inglés). ¿Ha muerto la economía colaborativa porque dejaron de nacer unicornios en Silicon Valley? ¿Podrá nacer un unicornio en otro lar?

En esta primera parte, hemos repasado la terminología desde el punto de vista de los inversionistas de capital de riesgo y empresarios de tecnología de Silicon Valley. Pero como veremos, el mundo no es una extensión natural del Silicon Valley. ¿Cómo se traducen o transportan las lecciones de Silicon Valley a Puerto Rico? Esa pregunta la atenderemos en la próxima columna.

La autora es antropóloga aplicada y co-fundadora de Altamente, empresa de asesoría en tecnología, comunicacoines, relaciones con la comunidad, e investigación social. Sus áreas de investigación incluyen cambios culturales, ciencia, tecnología y sociedad, y educación bilingüe. Es egresada de Stanford University y Washington University en St. Louis. Colabora en el panel del programa Tu Salud Financiera que sale en el canal 8.1, 1520 am y www.tivatv.com todos los lunes, miércoles y domingos a las 7pm.

 

Jim
Jim
Father of 4, Engineer, Social Worker, longtime blogger, #linux user. Opining on the internet? What else is it for?

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